Hoy quiero dedicar la entrada a mi pez de fondo. Hace ya veinte años que llegó a casa y ahí sigue. Empezó con muchos compañeros y ahora está solo porque ya no me atrevo a meter más peces por el riesgo de poder meter también alguna enfermedad que le afecte. Además, es todo un campeón y ha aguantado varios traslados León-Gijón, con el estrés que implica verse varias horas fuera de su ambiente y de su agua caliente.
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